9.1.22

L’Angelo Misterioso

Pesa sobre mí la adversidad de no ser del ‘Madrí’.
Y es que no he podido serlo por razones históricas. La genética o la experiencia, sólo Pinker lo sabe, habrán condicionado esta posición mía.
Tras la etapa universitaria y núbil de desapego futbolístico (uno era rojo o hippie, pero no podía ser hincha), ninguna referencia, ninguna alineación, aunque sí algún héroe aislado.
Uno no ha encontrado en esta edad hiemal ningún cromo en carcomido cajón, como se halla una vieja perra gorda en bolsillo de gabán que se apolilla en el desván de la abuela.
 
Pero ahora, frente a ese querubín peregrino llamado Messi, uno se siente atraído, cuando juega, por un diabólico arcángel bautizado como Cristiano dos Santos.
(¡Loado sea dios, el día de Santa Lucrecia, virgen y mártir!). 


  (by Google)


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