16.1.15

Poemas de amor primero (2).


II
Cuánta sombra de la que hay en mi alma te daría,
cuántos largos senderos de la niebla recorrería contigo.
Pero mi barco no aborda en ningún puerto
y mi agua corre sin detenerse en mares.

He despertado a veces al calor de tu cuerpo
enredado en tus brazos he escuchado tu música
y he dejado a mis besos para que te acompañen.
Pero me siento solo, detenido en mi sueño,
embarcado en tristezas...

Acaso no comprendas mi permanente otoño
en que las hojas de papel se escapan
llevándose palabras que ya no dicen nada
y que la lluvia arrastra inevitablemente.

Quizás un día, cuando desaparezca,
seré parte del viento que acaricie tu pelo
o la tierra que besen tus pies cuando la pises.


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