6.7.15

Razón de las lágrimas (15).


Tras una eternidad de treinta días
no teniendo noticias de tu alma,
rodeado de flores y de nubes
una nostalgia intensa me acompaña.

El milano oteante,
el agua, allá, lejana...
¿Por qué te encuentras tan lejos?
...Te necesito cercana.

Ya dobla tu recuerdo las oscuras esquinas de la tarde
y viene
               cogido de la mano en la montaña.

El viento mueve las encinas
y presagia la lluvia y la añoranza.

A pie de monte, solo,
con los ojos nublados por las lágrimas,
mi corazón, como guijarros, roto,
se precipita fiel...
                                  por la esperanza.

ALUVIÓN.


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